miércoles, 5 de abril de 2017

Carta a mi misma cuando tenía 16 años

Querida yo,

hace tiempo que quería escribirte. No encontraba el día, ni el momento. Por fin hoy me he atrevido, no es fácil. Realmente no sé por donde empezar. Llevo una buen rato mirando la pantalla y sólo he conseguido escribir las dos primeras palabras.


Se que la adolescencia es difícil y dura, lo sé. Además esa época no te está tratando precisamente bien. Menuda sorpresa nos tenia preparada la vida, eh? menuda maraña en la que caímos. Pero tranquila, confía en mi, todo irá bien. Eres fuerte (más de lo que crees) y al final todo pasa, lo malo también. Se que ahora mismo te será difícil creerlo, pero al final todo irá bien (aunque ni lo creas, ni lo quieras). Lo estás haciendo bien.

Confía en ti. Duda de quien quieras menos de ti misma. Eres capaz de muchas cosas (más de las que ahora mismo te imaginas), para ello debes confiar más en ti misma. Muchas personas creen y confían en ti porqué no lo haces tu también?. Atrévete, a todo, todas esas ideas que ya te rondan por la cabeza no las dejes para más adelante. Lánzate a conseguirlas cuanto antes, antes de que sea demasiado tarde. Lucha por ellas.

Eso sí, no te exijas más de la cuenta (que nos conocemos), sabes que si te propones hacer algo, no paras hasta que no lo consigues (eres muy cabezota y muy exagerada, a veces demasiado). Está bien ser exigente con uno mismo, pero en su justa media, sin pasarse. Hace poco leí el título de un libro que te viene muy al caso. "Tu mente extiende cheques que tu cuerpo no puede pagar". Recuérdalo.

Quiérete, sí, a tí. No pongas a nadie por delante de ti. Tú eres para ti la persona más importante. Quiérete tal y como eres. Acéptate con tus virtudes y tus defectos. Nadie es perfecto y en la imperfección está la belleza. Además las imperfecciones nos permiten margen de mejora.

Se fiel a ti misma, a tus principios, a tu ideales. Tus principios son fuertes, cree en ellos. Cuando alguien te menosprecie o se burle de ti por no compartir los mismo ideales, que no te afecte, no hagas caso, no merece la pena. Respeta los ideales de todo el mundo pero sobre todo respeta los tuyos. No pongas a nadie por delante de ti misma,

Disfruta de la gente (y animales) que quieres y que te importan. Muchos se irán antes de lo que esperas, muchos otros el tiempo te separará de ellos (aunque no lo creas aún la vida da muchas vueltas). Disfruta de cada minuto, cada momento. Cuando alguien (personas o animales) faltan o no están cerca los recuerdos con ellos es lo que nos queda.
Valora a las personas que quieres y que te quieren y házselo saber (que les valoras, que les quieres y lo importantes que son para ti). A todos nos gusta sentirnos sabernos queridos.

Te diría que viajaras, aproveches cualquier destino para conocer nuevos idiomas... te diría que vieras otros países, otras ciudades... que te empapes de nuevas culturas. Pero sé que lo harás.

Te diría que leyeras, que leyeras mucho. Todo lo que caiga en tus manos. Es la mejor forma de viajar sin salir de casa. Te diría que crees nuevos mundos en tu mente, que imagines nuevas historias que vivas épocas pasadas y futuras. Pero sé que lo harás.

No des a las cosas más importancia de la que tienen:
  • No te enfades más de la cuenta y menos por causas que no puedes cambiar, ni controlar. No merece la pena. 
  • No te frustes más de la cuenta. Si las cosas no salen como se esperaba a la primera, no pasa nada. Te dará más experiencia y la próxima vez se intenta hacer mejor. 
  • No te preocupes demasiado. Las cosas suelen ser menos importante de los que crees. Preocuparte en demasía solo te hará más infeliz. Hay cosas que son así, no se pueden cambiar, ni se pueden controlar. Cuanto antes lo aprendes mejor.
  • Confúndete, sí, equivócate. Está bien, está permitido siempre y cuando te vuelvas a levantar, aprendas de los errores y sigas tirando para delante (te conozco, se que los errores solo te hacen mas fuerte. En caerte y levantarte ya tienes experiencia).
Me gustaría avisarte de tantas cosas... pero no quiero robarte la oportunidad de aprender por ti misma.
Me gustaría contarte de tantas cosas... pero no quiero desvelarte las sorpresas que te dará la vida.
Me gustaría... tantas cosas... pero no. No quiero privarte de la oportunidad de crearte a ti misma. A mi misma.
Disfruta del camino. Sólo te adelantaré una cosa. Merece la pena.

Se feliz.

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