sábado, 15 de julio de 2017

Carta a mi yo del futuro

Querida yo,

perdona que no te trate de usted, pero ya nos conocemos desde hace año y creo que ya hay confianza.

Lo sé, estarás pensado lo egocéntrica/pesada que soy, no hago más que escribirme cartas a mi misma, más me vale enviar cartas a otras personas y dejarme a mi misma en paz...pero lo hago porque me gusta recibir cartas, eso de abrir el buzón y que no sea una carta del banco, el catálogo de Ikea o publicidad, me hace ilusión tener correspondencia. Por, cierto estaría genial que me respondieras a esta carta. Tú, es decir yo, dentro de...yo que sé...50 años, contestarme a esta carta. Molaría!

Te escribo porque tengo curiosidad de conocerte, me gustaría saber cómo eres, qué haces...cuanto de mi queda en ti. Espero que aún mucho, espero poder reconocerme en ti. Te prohíbo deshacerte de mi. No te lo perdonaría.
Me gustaría saber si has engordado...seguro que sí! no, mejor no me lo digas. Prefiero no saberlo.

No es que no confíe es ti. Pero puede que haya una pequeña probabilidad , por lo que sea, cosas que pasan...y que al final no seas capaz de crear la máquina del tiempo (la de viajar en el tiempo cronológico, no la tiempo meteorológico. Esa ya existe). O bueno, vale, quizás si seas capaz de crear la máquina del tiempo, pero el hecho de que lleguemos a conocernos es complicado. Coincidir en el espacio-tiempo no es tan fácil como creemos. Podríamos llegar a coincidir en el tiempo (mismo año, mismo mes, e incluso si me apuras mismo día...pero de ahí a que estemos las dos en el mismo lugar...complicado. Seguro que por lo que sea no nos vemos por segundos..o puede que incluso me envíes un Whastapp para avisarme de que vienes pero lo mismo mi móvil no soporta versiones tan modernas de Whatsapp y no lo llego a leer...Yo que sé!

Por cierto, ahora que hablo de mensajería instantánea. Te has sabido adaptar a las nuevas tecnologías? o sigues anclada en el pasado con el Whatsapp, el Skype o el periódico digital y no sabes manejar en condiciones el envío de hologramas, que llegan deformes o pixelados...no, si aún queda parte de mi en ti, seguro que te has adaptado dignamente y el pensar en coches autónomos o tele transporte no te pone nerviosa. Además los viajes inter-temporales son tu especialidad, no? 😉



Venga va! cuéntame! cómo te va? conseguiste  hablar alemán dignamente? seguro que no... idioma del demonio! verdammt!
Cuéntame! conseguiste visitar todos los lugares de la lista de destinos por visitar? vaya pregunta! está claro que no, que nos conocemos, que se que a medida que tachas destinos vas añadiendo nuevos. Por cada nuevo lugar visitado, añades dos (o tres). A ver si te crees que no lo sé.

Prométeme que aunque hayan pasado unos años no te has convertido en una vieja aburrida.
Te permito cosas de señora como:
  • Ponerte bolsas en la cabeza cuando llueve. Siempre y cuando sea para evitar echar a perder el precioso cardado de color violáceo.

  • Te permito que preguntes una y mil veces a las visitas si se han quedado con hambre. Decirles que si eso le haces un huevo frito que no tardas nada. Aunque ya hayan comido ya como si el fin del mundo estuviera cerca y tripitido de postre (esto ya lo hago yo ahora y entre tú y yo, sabemos que estas cosas con los años solo van a peor).
  • Te permito que hables con todo el mundo. Se en la parad del autobús, en el ascensor...con quien sea y donde sea....venga va te permito que preguntes a los chavales que de quien son, pero sólo si estás en el pueblo.
Pero no te permito que:
  • Seas de las que discute por ver quién esta más enferma. No desperdicies mi vida de esa manera.
  • No te permito que seas de las que ocupa toda la acera sin dejar pasar a nadie.Eso no se hace!!
  • No te que seas negativa, gruñona, ni mal humorada...aburrida.

Cuéntame! seguiste proponiéndote retos o metas? miedo me das. A saber que cosas se te han pasado por la cabeza estos años. Aunque siendo sincera en el fondo me gustaría que me contaras retos locos e imposible. Eso significaría que no has perdido la ilusión, ni las ganas de aprender cosas nuevas, ni esa curiosidad tan... nuestra. Eso significa que aún queda mucho de mi en ti.

Me pareció verte el otro día, sí en el lago. No te quise decir nada... pero estoy segura de que eras tú (yo). No podías ser otra. Por cierto, disimulaste regular. 😉

No hay comentarios:

Publicar un comentario