sábado, 8 de julio de 2017

La chica del bañador bonito

Soy una persona de costumbres y rutinas. Me gusta tener mis horarios y si es posible no cambiarlos demasiado. A la hora de hace deporte, lo mismo. Más o menos hago todas las semanas lo mismo a las mismas horas, pero creo que no soy la única. El ser humano es un animal de rutina, nos gusta movernos en nuestra zona de confort, nuestra bendita rutina.

Una de las cosas buena que tiene la costumbre y hacer lo mismo los mismos días a las mismas horas, es que te suelen encontrar más o menos con las mismas personas en los mismos sitios. Me pasa haciendo deporte, a la hora de salir por el parque a correr me cruzo muchos días con las mismas personas, a algunos ya les saludo (leve movimiento de cabeza y sonrisa. Si no voy muy cansada y un "hola").  Lo mismo me pasa con la bici (aunque un poco menos porque la postura de la bici, cabeza gacha. Y las velocidades permiten menos fijarse en las personas con las que te cruzas). En la piscina lo mismo que con la carrera a pie. Al ir a nadar los mismo días de la semana a horas muy similares ya mas o menos nos conocemos todos de vista.

Me gusta diferenciar a esas personas, nombrarles de alguna manera (para diferenciar a unos de otros) son en cierto modo parte de mi vida. Comparto con ellos gran parte de mi tiempo y aunque no nos conocemos me gusta poner nombres(generalmente muy descriptivos) para que dejen en cierto modos de ser anónimos (para mi).

Por ejemplo, en la piscina está el "señor mayor", que es un señor mayor (seguro que jamás lo habríais imaginado, jeje). Alguna vez he hablado un poco con él. Me contó una vez que ya está jubilado, suele contarme el número largos que lleva, o me pregunta cuanto tengo pensado nadar... típica conversación piscinera).

Otro asiduo de la piscina es "el nada mariposa". Es un chico.. .o un señor... no sé, con el gorro y las gafas es difícil calcular la edad de la gente que está nadando. El caso es que este siempre suele estar cuando llego cuando me voy allí le dejo. Es incansable. Pero me llama mucho al atención que sólo nada a mariposa. 

En la piscina también está la "chica del bañador bonito". De ella quería hablaros hoy. 

La "chica del bañador bonito", es una chica que odio un poco...bueno, en realidad no es odio. Venga va! lo confieso, es envidia, le tengo envidia a la chica del bañador bonito. Envidia por varios motivos. 

El primero porque se mete en la piscina muy rápido. A ella no le da pereza, no le parece que el agua esté fría...yo tardo siempre un montón en meterme al agua, las piscinas climatizadas son un timo, el agua está muy fría!!que dejen de engañarnos. Pero parece que a la chica del bañador bonito eso le da igual...siempre llega  y se tira al agua, así sin pensárselo. Ojalá pudiera meterme en el agua tan rápido como ella. Muero de envidia. 

El segundo motivo. Nada muy rápido. Eso sí que lo llevo mal. Además tiene estilo la tía. Se pone a nadar y muy elegantemente me adelanta. Siempre. Una y otra vez. Además nada como si no le costara, se desliza como un pez por el agua. Muero de envidia.

Y el tercer (y mayor) motivo. Tiene un bañador muy bonito. Mi bañador no está nada mal, es deportivo, muy cómodo y me está saliendo súper bueno. Merece la pena comprarse cosas buenas. Pero es sencillo. Es negro y blanco...y ya. Para mas inri mi gorro es blanco, parece que salgo del pasado, de una peli en blanco y negro... qué aburrido. Ella tiene un bañador a rayas de colores llamativos. Además le siente genial! cada vez que la veo lamento llevar mi bañador blanco y negro...muero de envidia.

Pero eso ha cambiado.
Hace unos días dando una vuelta por una tienda de deporte vi un bañador, más bien el bañador me vio a mi... y me llamó. Fue un flechazo, amor a primera vista. 💘
No era un bañador cualquiera, era Él Bañador, en mayúsculas. Con sus colores vivos, su espalda deportiva...pero bonita y me lo probé, no pude evitarlo. Dentro del probador casi me cayeron lágrimas de los ojos de emoción, me sienta genial y es muy cómodo. No tiene porqué estar reñido lo cómodo con lo bonito. En fin, que me vi obligada a comprarlo.
Así tengo dos, de quita y pon (me dije a mi misma como escusa).😁

El martes pasado, preparé (como de costumbre) mi mochila para la piscina. Metí orgullosa mi bañador nuevo y el gorro que me dieron el día del triatlón (que es azul y me encanta).
Una vez allí me cambié y me dirigí hacia  el borde de la piscina, iba todo contenta con mi bañador nuevo/bonito y mi gorro azul. Nunca he caminado más orgullosa hasta el borde de la piscina.

Yo yendo hacía el borde de la piscina
Una vez en el borde yo pensaba
        - "A ver que sólo estrenas bañador, no es para tanto..anda que no habrá gente que estrena bañador todos los días y no dicen nada".
Humildad ante todo. Pero por otro lado pensaba. "Ahora mismo eres la persona con el bañador más bonito de toda la piscina, pero actúa con normalidad, como si llevaras años con este bañador." 
Yo al borde de la piscina. Estrenando bañador
Estaba deseando ver a la chica del bañador bonito. Sólo para que viera mi bañador...estoy segura que el otro día ella tuvo envidia de mi...o quizás no.


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