sábado, 13 de mayo de 2017

Adaptarse a los cambios y evolucionar (con o sin calcetines)

Sin darnos cuenta todos evolucionamos, la vida pasa, las circunstancias que rodean...todo nos hace evolucionar (o cambiar) unas veces para bien otra para... menos bien.

La verdad no sé muy bien cómo hacerlo, me gustaría animaros a todos a colaborar, a donar dinero para proyectos de investigación contra el cáncer infantil. No sé cómo decirlo o qué hacer...simplemente me gustaría que todos pensemos en un futuro es el que no exista el cáncer. Que fuera una enfermedad del pasado, ya erradicada, ya extinta. Si todos queremos eso. Porqué no hacemos algo para conseguirlo? estaría bien si todos aportáramos nuestro pequeño granito de arena. Entre todos conseguiríamos una gran montaña. Una montaña solidaria.
http://www.miretocontraelcancer.aecc.es/reto/triatlon-challenge-heilbronn

El otro día (de repente) me di cuenta de que mi forma de entrenar y mis "accesorios" han cambiado (evolucionado). Ahora es todo un poco más... "triatlético", por llamarlo de algún modo.

Empezaré a contaros los cambios de arriba (cabeza) hacia abajo (pies). Por llevar un orden.

El peinado. Sí, como lo cuento, el peinado. Aunque haciendo deporte se suda un montón (por lo menos yo),  además me pongo colorada como un tomate... intento al menos llevar unos pelos un poco apañados. He probados varios peinados buscando uno que sea apto para las tres categorías.

  • No debe llevar horquillas, ya que rasgan el gorro de piscina. Con esta premisa creo que descarté el 90% de peinados (soy muy fan de las horquillas). Habitualmente suelo llevar varias decenas de horquillas en la cabeza. Me proporcionan la sujeción capilar que necesito.
  • Sintiéndolo mucho, tuve que descartar mi tradicional, mítico y súper cómodo moño. No es compatible con el casco de la bici 😌. Con moño no ajusta el casco como se necesita. 
  • Lo mismo se aplica a la multifunctional y querida coleta.
  • La opción pelo suelto. Ni siquiera me lo planteé nunca como una opción. Con mi melena aleonada y la gran cantidad de pelo que tengo, el pelo suelto NUNCA es una opción.
  • Trenzas?...sí, porqué no? probé varios tipos de trenzas. Ya que cumplen casi todos los requisitos:
    • Mantengo el melena a raya. Bien apretadas, sujetan bastante.
    • Usando cantidades industriales de laca ese día no necesitaré horquillas (os echaré de menos).
    • Compatibles con el casco de la bici. Permiten que el casco se ajuste a la cabeza como es debido.
Al final he optado por la versión dos trenzas de raíz... simplemente porque queda más mono (esta decisión no fue estrictamente deportiva). Llevo entrenado ha hacerme este peinado y entrenando con él un par de meses...y la experiencia me dice que salgo de casa muy mona, pero tras quitarme el gorro de silicona del tirón, llevar el casco un buen rato y después de la carrera a pie (sudor incluido) mis trencitas no pasan por su mejor momento. Pero como un día dijo no sé quien "las mejores cosas de la vida despeinan" 😉 

Ropa.
Normalmente yo salía en bici con mis pantalones de ciclista. Con almohadillado especial en las posaderas para no sufrir más de la cuenta (es una zona delicada). Los días de carrera salgo con mis malla de correr...pero claro hay día que entreno ambas cosas seguidas. Ese día (no me atrevo ni a nombrarlo, lo llamo "ese día" que respeto me da!. A partir de ahora lo llamaré Ese Día con mayúsculas).
Ese Día, utilizaré una sólo ropa para todo. Para ello, me compré un tri-traje (me encanta esta palabra..la de vocabulario nuevo que estoy aprendiendo!) es un mono completo que lleva una pequeña badana lo suficientemente dura para no acabar escocida y lo suficientemente fina para poder correr con ello y que, dado el caso, podría hasta utilizar para la parte de natación (en caso de no ser obligatorio el uso de neopreno). El mono es sí está genial, es muy bonito 😊 eso sí...es un mono...ajustado. Se marcan todos y cada uno de los michelines de cuerpo. JAJA no es una prenda muy favorecedora que digamos ( a no ser que se tenga un 0% de grasa en todo el cuerpo) el cual, obviamente, no es mi caso.

Accesorios.
He intentado minimizar el número de complementos que me pondré. Cuantos menos cacharritos tenga que ponerme, menos tiempo perderé en las transiciones. Ahora mis entrenamientos son mucho más austeros.  Por lo que he considerado poco importante/prescindible cosas como:

  • Nada de reloj. Ni muñequeras. Todo eso es innecesario.
  • Nada de guantes para la bici. No veáis que manos tengo ahora..parece que trabajara en el campo. Bien curtidas las tengo ahora). Intenté entrenar a ponérmelos rápido...pero no hay manera. Soy torpe para esas cosa, que se le va a hacer. Es más fácil acostumbrarme a no llevarlos.
  • No suelo o intento no llevar chaqueta ni ropa de abrigo. con lo mal queme llevo yo con el frío...esta parte me está costando un poco.
  • Adiós a los cordones de toda la vida. Bienvenidos cordones elásticos. Hace que no me ato unas zapatillas ni me acuerdo...a ver si se me va a olvidar atarme los cordones! 
  • Los calcetines. Para terminar la parte más baja. Pero les dedicare un párrafo sólo a ellos. Merece la pena.
Los calcetines están sobre valorados. Ya lo comenté en alguna entrada anterior, para ahorrar tiempo, Nada de calcetines. Si ya tengo problemas con los guantes, imaginad tener que ponerme los calcetines muy rápido y...recién salida del agua (sin contar los nervios que tendré Ese Día), misión imposible. Conclusión: calcetines descartados. He de decir que tenía miedo de cómo me iba a adaptar a este cambio, toda la vida usando calcetines..he descubierto que son un engaño de la sociedad, podríamos vivir sin calcetines y no pasaría nada. NADA! 😱

Eso sí, sin calcetines pero usando el truco de los polvos de talco me adapté a la perfección a correr con calcetines. Echando polvos de talco por dentro de las zapatillas. Bien de talco, que no falte. Mis pies van casi sepultados en talco, si quisiera se podrían hacer dunas de talco dentro de las zapatillas. Por cierto, el talco,  mano de santo! es igual que ir con calcetines. Bueno mejor, porque el pie va más holgado. Ni mancaduras, ni rozaduras. Nada. El talco se ha convertido en mi gran aliado.

El otro día. El día que me di cuenta de la evoluciones de mis entrenamientos. Justo cuando acababa de hacerme las trenzas y me estaba y estaba echando bien de talco a las zapatillas de correr. Vi como se nublada el cielo. Venían uno nubarrones poco amigables, iba a llover fijo. Descarté ponerme el chubasquero (nada de accesorios innecesarios, nada de lujos). Me puse las zapatillas de correr (como si fueran zapatillas de estar por casa, sin tener que atármelas) y eché a correr.
No habían pasado ni 10 minutos cuando comenzó a llover. Cayó la típica lluvia de primavera. Corta pero intensa. Muy intensa. Me mojé (estaba claro) pero al poco me sequé de nuevo (la ropa transpirable es lo que tiene...es una maravilla). Pero ...no caí en la cuenta...la lluvia, el archi-enemigo del talco. Con el agua el talco se fue. Sí, desapareció... para siempre. Nos quedamos solos mis zapatillas, mis pies (sin protección) y yo...y aquí estoy yo hoy, con una bonita rozadura en el pie.

De todo esto aprendí, que está muy bien evolucionar, adaptarse a los cambios, mejorar. Pero siempre recordando nuestros orígenes que es de los que aprendimos.
Por un día hubiera salido con calcetines tampoco habría pasado nada.

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